lunes, 12 de junio de 2017

KILLEM - "Reflections Of Decline": Un cambio sorprendente.


Aquí tenemos el primer disco del grupo sevillano KILLEM, Death-Thrash técnico de primera línea que... Espera un momento, ¿KILLEM? ¿Los de “Void” y “Muted”? Una hora después de escribir estas dos líneas vuelvo a sentarme delante del ordenador, tras reescuchar los citados trabajos (su demo y primer disco respectivamente). No, no estamos ante el debut, y sí, son los mismos KILLEM que con “Muted” me hicieron soltar alabanzas, a la par que el deseo de obtener un mejor sonido que les hiciese brillar. ¿A qué viene entonces esta introducción surrealista? A que “Reflections Of Decline”, cuatro años después, es el nacimiento de unos nuevos KILLEM: un nuevo estilo, nuevos registros, nuevas facetas, nuevo sonido pero... increíbles resultados. ¿Comparaciones? como siempre odiosas, así que lo mejor es no tener en cuenta ni “Muted” ni “Void”, esto es simplemente un gran trabajo, de un grupo que evoluciona. ¿Que se llaman KILLEM y “hacían” Thrash? Sí, y lo siguen haciendo, sólo que mirando hacia vehículos de expresión que les permiten formar una personalidad propia más fuerte y duradera.

Poniendo en orden las ideas, KILLEM se caracterizaba en “Void” por un Thrash avanzado, pero influido por los clásicos, especialmente unos MEGADETH que salían por boca de Alex L. Demise y se reproducían en muchos riffs y melodías. “Muted” ya fue una vuelta de tuerca en este sentido: el lado técnico se potenciaba, el sonido se recrudecía y Alex rasgaba un poco su voz. El resultado fue que ANNIHILATOR y TESTAMENT en sus épocas más agresivas hacían su aparición, junto algún momento más progresivo y avanzado si cabe que hacía pensar en SADUS aunque aún limitadamente. Hasta ahí se resumían cinco años de existencia, con una evolución exponencial a la que le faltaba madurar y sobre todo gozar de un mejor sonido, punto flaco del grupo. Es normal que, el transcurso de casi otros cinco años, generaran un salto. Sólo hacía falta saber hacia donde. Pues bien, “Reflections Of Decline” no sólo da un salto, más bien se ha teletransportado a otra dimensión, analizada fríamente se podría decir que “natural”, desde el oído acostumbrado a “Muted”, claramente rupturista.

La música ha abandonado su lado más clásico. Sólo TESTAMENT se mantiene en los momentos más Thrash, pero los TESTAMENT del “The Gathering” y sus alrededores. No se puede decir lo mismo de SADUS, que pasa a ser la referencia Thrash principal. Pero no es aquí donde está el gran salto: escuchando “Reflections Of Decline” uno puede entrever muchas otras cosas: en el lado más “moderno”, especialmente STRAPPING YOUNG LAD y unos MESSHUGGAH de la primera época, cuando lo suyo eran amalgamas de riffs y ritmos que mezclaban la influencia de los noventa con la obsesión crimsoniana (léase “Contradiccions Collapse”), y en consecuencia, sus muchos seguidores (TEXTURES, GOJIRA, THE END...). En el lado clásico, DEATH pasa a primer plano, en la etapa del “Symbolic” y alguna reminiscencia del “Human” (“The Abyss” sería un ejemplo). En definitiva, tal y como avanzaba al principio, KILLEM ha pasado a ser un grupo que puede catalogarse, simplistamente, como Death Thrash, al que hay que añadir el adjetivo de técnico o progresivo para tener una idea más completa. Sin embargo, y si en el pasado las referencias eran claras, en “Reflections Of Decline”, todo es juntado y desarrollado de forma personal y orientada hacia su propio estilo, y no es un tópico.



Precisamente aquí radica el gran paso adelante en mi opinión: dejando a un lado cambios estilísticos, nuevas referencias, o cambios en sus propios componentes, KILLEM construye en “Reflections Of Decline” un todo, a partir de una multiplicidad de raíces. La presencia de temas más directos y “asequibles” como “Spiral” (composición escogida como videoclip, de forma muy acertada), “Dawn” o “The Cage”, que sirven de resumen para la cara más Thrash-Death de KILLEM, se mezclan con cortes avanzados y repujados, retorcidos y perfeccionistas, donde es fácil perderse y uno necesita de varias escuchas para poder seguir sus estructuras llenas de contrastes: sólo así uno podrá comprender cosas como “Façade”, cuya segunda mitad a más de uno le sobrará y sin embargo pienso que no desentona, a pesar de venir precedida de tres temas más directos; o “Taker”, tema corto pero intenso, por tirar de tópicos, pues la telaraña rítmica es de órdago. Pero es el conjunto el que brilla: KILLEM suena a todo y a nada, en resumen, suena a KILLEM, después de dos trabajos asentando sus cimientos, ahora tocaba edificar su propia casa y el resultado es “Reflections Of Decline”.

El resto de la evolución viene presidida por una producción, conseguida en los estudios portugueses Ultrasound que por fin cumple con las expectativas, y la propia madurez de sus componentes. Así, la sustitución de Víctor Silvestre, el que fuera guitarrista rítmico de la formación, por David Marín, es el único cambio de formación, pero el resto parece que se hubieran transmutado en nuevos músicos, y entre todos han dado forma a otro KILLEM. Alex es el de transformación más llamativa, cambiando su registro a una voz Death, mezclada puntualmente con otra limpia que ayuda a evocar momentos más atmosféricos (como ocurre en “Ephemeral”, cuya parte final cambia brutalmente hacia unos terrenos que casi recuerdan a los OPETH más relajados, o el final de “Crossroads”, uno de los momentos más oscuros y decadentes del disco, y continuista con el anterior), pero no es el único: el toque efusivo de Ramón Nissen se ha vuelto obsesivo y sincopado, mecánico y preciso; Javier Escaño y su nuevo compañero David Marín, se convierten en camaleones que escupen pesados riffs que parecen de guitarras de ocho cuerdas al más puro estilo MESSHUGGAH, y al mismo tiempo pasajes de elegancia y técnica, como los muchos solos que pueblan el trabajo, o las partes de inspiración jazzista (“Façade” a la cabeza); y ya no digamos Gonzalo, el cual aumenta la presencia de su instrumento y hasta tiene momentos de lucimiento como el brutal inicio de “Façade” (tema de contrastes desde luego) y de “Crossroads”, y cómo no la parte central de “Taker”.

En resumen. Bienvenidos KILLEM, re-bienvenidos más bien. Con “Reflections Of Decline” el grupo sevillano puede que genere un esfuerzo extra en sus seguidores, les ganará nuevos adeptos en busca de sonidos más avanzados, y les otorgará detractores que dirán que llegan un poco tarde para estas mezcolanzas, y que deberían quedarse mejor en la “clase media” del Thrash de libro ahora que está tan de moda. Para mí, hablando con total subjetividad, lo reconozco, el grupo andaluz ha conseguido su pieza clave: la culminación del trabajo y del tiempo de asimilación, maduración e investigación. Un artista no sólo reproduce, crea, y eso es lo que ha hecho KILLEM en “Reflections Of Decline”. Un paso adelante de gigante, que esperemos se precedente de otros muchos.

(Crítica publicada también en: http://www.rocktotal.com)

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