jueves, 21 de enero de 2016

ENTOMBED - "Wolverine Blues": Death 'n' Roll


Muchos quizás os sorprendáis de que haya escogido este disco de ENTOMBED para reseñarlo como clásico. Pude haber escogido perfectamente esa joya que es "Left Hand Path" o el infravalorado por la banda pero que es tan bueno como su debut, "Clandestine", pues son dos obras maestras de Death Metal sueco, plenamente continuistas con la tradición NIHILIST (banda previa de los miembros de ENTOMBED), CARNAGE, DISMEMBER... Sin embargo he preferido dejar a un lado lo fácil y evidente, y reseñar el disco que cambió el devenir de la banda y probablemente abrió la veda para que otros (DESULTORY, PUNGENT STENCH, CARCASS...) hicieran lo mismo, el disco que hizo aparecer la etiqueta de Death ´n´ Roll: "Wolverine Blues".

¿Necesitan presentación ENTOMBED? Una banda capital en la historia de la música extrema, conocidos por unos directos arrolladores (todavía me acuerdo de las caras de muchos cuando telonearon a IRON MAIDEN hace unos añitos), con un frontman incansable, Lars-Göran Petrov, y un estilo que pese a su aparente simpleza, consigue transmitir una fuerza y un dinamismo increíble. Nacidos en 1989, tras la disolución de NIHILIST, "Left Hand Path" (1990) y su sucesor "Clandestine" (1991) son dos obras que no deben faltar en la discoteca de cualquier fan del sonido de Estocolmo de los primeros noventa. Ese sonido que los estudios Sunlight de Tomas Skogsberg sabía sacar de las bandas que pasaban por sus manos. Entre un trabajo y otro la banda había perdido a Petrov durante una breve temporada, cuyo puesto fue cubierto primero por el propio Nicke Andersson (junto a Alex Hellid los verdaderos creadores de ENTOMBED), y más tarde por Orvar Säfström, pero pronto volvió la oveja descarriada al grupo, dispuesto a grabar su tercer trabajo completo, el "Wolverine Blues" que me dispongo a comentar.

Aunque es evidente que el sonido no lo querían cambiar, pues volvieron a grabar con Skogsberg, el gusto por el Rock And Roll más clásico de todos sus componentes se hizo evidente (y en particular de Nicke, que no mucho después formaría THE HELLACOPTERS, convirtiendo a la que fue su banda paralela, una vez que se fue de ENTOMBED, en casi más famosa que el grupo en el que empezó a grabar). Así "Wolverine Blues" se alejaba de los parámetros Death Metal de los dos primeros discos, y se simplificaba y volvía más pegadizo, con mucho sentimiento Punk. En su momento esto generó que muchos de sus fans se descolocaran ante el devenir de la banda, pero también consiguió abrirles fronteras y llegar a recibir premios. Se abrió así la etapa más exitosa para la banda, que también generó su silencio relativo en lo que a discos se refiere hasta su siguiente trabajo completo, "To Ride, Shoot Straight And Speak The Truth" de 1997, y el último en el que Nicke estuvo presente, antes de dedicarse en cuerpo y alma a THE HELLACOPTERS, siendo sustituido en la batería por Peter Stjärvind, aún hoy en la banda. Después vendrían una serie de álbumes con altibajos: "Same Difference" (1998), "Uprising" (de 2000 y uno de mis preferidos), "Morning Star" (2001), "Inferno" (de 2003 y el más flojo para mi gusto) y el que sacarán en verano de 2006, "Serpent Saints", aunque ya nunca abandonarían esta mezcla de Death Metal y Rock And Roll que les ha hecho famosos.

Pero hablemos de "Wolverine Blues" que era el objetivo de esta reseña. El trabajo se abre con un trallazo para la historia. Después de un zumbido vacilante y una intro pegadiza, comienza uno de los cortes más Death de todo el disco, "Eyemaster". La voz de Petrov no es gutural como en "Left Hand Path", pero no pierde su sonido agresivo lleno de mala leche. Los riffs de este tema son increíbles, se te quedan grabados a la segunda escucha, y ya derrochan Rock por todos sus poros, algo que se hace más evidente en "Rotten Soil", conducido por un riff muy sencillo, pero ante el cual es imposible no mover la cabeza. Los cambios de ritmo del tema, lo convierten en uno de los más variados de todo el disco, y toda una joya en la historia del grupo. La rapidez se deja a un lado, en favor de la contundencia y la pesadez en "Wolverine Blues", uno de los temas donde la labor de Petrov más resalta, donde de nuevo la mezcla de sencillez y efectividad hacen que no puedas quitarte de la cabeza los riffs cuando terminas de escuchar el tema.

Y es que si algo consiguieron ENTOMBED con este tercer trabajo fue dar una lección de lo que debe de ser un forma sencilla de atraer a los oyentes: todos los temas de "Wolverine Blues", ya sean rápidos o a medio tiempo, consiguen enganchar desde la primera escucha. Incluso en el caso de "Demon" uno de los cortes más extraños de todo el disco, que parece no arrancar nunca, hasta que ya al final consigue encontrar el riff adecuado para ser tarareado. El trabajo de Nicke Andersson en la batería es de sobresaliente en este tema, cargado de cambios de ritmos para nada sencillos aunque aparentemente así lo parezcan. Y llegamos a uno de los himnos del disco para mi gusto, "Contempt" otro medio tiempo rockero donde Petrov se desgañita y donde las guitarras de Uffe y Hellid suenan pesadas como losas, unas veces y llenas de matices otras. Es quizás uno de los temas donde las seis cuerdas están más elaboradas, pero a la vez donde más sentimiento rockero escupen. Siempre será uno de mis cortes favoritos del disco, aunque solo sea por su final in crescendo.

La tralla comedida, pero cargada de ritmos y riffs pegadizos, vuelve con "Full Of Hell", un corte que es carne de directo, y donde ENTOMBED casi parece una banda de Stoner, sino fuera por las voces de Petrov. Esta misma línea es seguida por otro de mis cortes favoritos del plástico, "Blood Song", tema en el que la voz de Petrov suena aún más agresiva que en el resto del trabajo, y donde las guitarras vuelven a tener un justo protagonismo tanto en forma de riffs pegadizos y variados como en forma de solos cortos pero muy rockeros. De nuevo la efectividad del medio tiempo viene en uno de los cortes que más calado tiene entre la audiencia del grupo, "Hollowman". Una de las composiciones más largas del disco teniendo en cuenta que casi ninguna llega a los cuatro minutos, lo que permite que pueda pasar por todo tipo de pasajes, algunos de los cuales pueden considerarse casi como Blues en versión Death Metal. El final del tema es de infarto (una de las pocas veces en todo el disco en que Nicke usa el doble bombo), todavía consigue emocionarme cada vez que lo escucho (y eso que lo he escuchado decenas de veces).

Los dos temas que restan de "Wolverine Blues", recogen por un lado de nuevo la tralla y el Rock con el que se abría el disco, como ocurre en "Out Of Hand", y el medio tiempo contundente y variado de "Heavens Die". Entre ambos temas se resumen perfectamente los sonidos de "Wolverine Blues": Voces Death, caña, riffs pegadizos, mucho Rock por todas partes, e irreverencia y odio a raudales, como demuestra la rabia con la que Petrov canta en "Out Of Hand" (otro tema que es carne de directo) y que es una forma perfecta de acabar con esta obra de los suecos ENTOMBED, que quizás fuera la que más puertas les abrió (lo cual les hizo perder algunos fans primerizos), pero que es una obra maestra en cualquier caso.

La historia del grupo cambió, muchos grupos descubrieron en la fórmula de ENTOMBED la perfecta combinación para llegar a terrenos más amplios, después de ver como el Death Metal no despegaba, en lo que a atención del público se refiere, a mediados de los noventa... sólo por esto "Wolverine Blues" debe ser considerado un clásico por todos, pero si además el disco está tan bien compuesto, es tan compacto y directo, y consigue que no te olvides de él en mucho tiempo, la cosa se convierte en clásico imprescindible para entender la evolución de la música extrema a lo largo de los noventa. Una joya que no debe faltar, y si por casualidad tienes la oportunidad de ver a ENTOMBED en directo, no dudes ni un momento en acudir. Sus directos son pura dinamita.




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miércoles, 20 de enero de 2016

REPULSION - "Horrified": Culto al sonido corrosivo



Hace tiempo que quería hacer una reseña de este grupo estadounidense semidesconocido para la mayoría y que tan importante fue en la historia de la música. REPULSION fueron los creadores del Grindcore. NAPALM DEATH, CARCASS... todavía no existían como tales cuando REPULSION grabaron sus primeras demos allá por 1984. Su propuesta musical era muy arriesgada. Practicaban un Thrash ultra-rápido de voz gutural, riffs complicados y batería aplastante. El famoso término Blast Beat fue creado por este grupo, cuando lo más rápido y extremo que se había escuchado hasta entonces era SLAYER, METALLICA y demás creadores de la fiebre Thrash.

Antes de ser llamados REPULSION, empezaron como GENOCIDE, grabando varias demos de calidad ínfima en lo que a sonido se refiere. Fue a partir de su demo "The Stench Of Burning Death" de 1985 cuando empezaron a ser conocidos. Pioneros en el género llamado a ser el más extremo del Metal, nunca obtendrían el reconocimiento merecido. Sus demos circularon muchos meses de mano en mano, y aunque muchos grupos empezaron a surgir influidos por la música de REPULSION, ninguna discográfica estaba dispuesta a dar el paso y abrir la veda para ofrecerles un contrato. Aún así no se rindieron y siguieron componiendo y grabando hasta que en 1986, ya con su nombre definitivo, entraron en un estudio a grabar el que sería su primer disco "Slaughter Of The Innocent". Toda la grabación les costó en torno a 300 dólares. Mientras esperaban a ser llamados por alguna compañía, no pararon de hacer conciertos, la mayoría para un público más relacionado con la escena Hardcore (con D.R.I., C.O.C., etc...), pero pronto dejaron de girar al ver que no conseguían sacar adelante su material y disolvieron el grupo en 1987, debido además a que Matt Olivo tuvo que marcharse al ejército.

Así en 1989, el prometedor grupo de Michigan estaba inactivo. Tenían un increíble bagaje a sus espaldas en forma de demos, conciertos e incluso colaboraciones con Chuck Shuldiner en DEATH (dónde Scott y Matt militaron unos meses), pero nadie les daba una oportunidad. En este año el Grindcore ya no era desconocido: CARCASS y NAPALM DEATH ya habían grabado sus increíbles debuts, y un gran número de imitadores empezaban a surgir. Precisamente fue gracias a estos grupos que REPULSION salieron a la luz. Jeff Walker y Bill Steer, de CARCASS habían creado un sello, Necrosis Records, en dónde ya habían grabado grupos como los gloriosos CARNAGE, CADAVER, etc... Dado que la música de REPULSION había sido su inspiración, decidieron editar el álbum que grabaron en 1986 retitulandolo como una de las mejores canciones del disco, "Horrified". En 1989 por fin consiguieron el reconocimiento que querían. Paradójicamente, sus alumnos musicales fueron los que les dieron la oportunidad a los maestros.

Matt Olivo volvió y se reformó la banda volviendo a girar por todo EE.UU. Incluso volvieron a grabar un mini-lp, "Excruciation", orientado hacia un estilo más Grind-Death, pero igual de genial que sus obras previas. Pero algo no funcionaba, y en 1993 la banda se disolvió definitivamente. Matt y Aaron formaron otra banda, DEJECTA, pero sólo editaron una demo y ya no se volvió a hablar de ellos hasta el año pasado. Matt volvió a salir a la palestra concediendo entrevistas y componiendo música. Se empezó a gestar la vuelta de REPULSION cristalizada este año con una gira de reunión que les va a traer incluso a España en el Traumafest 2005.

"Horrified" se forma por 18 temas que no superan los dos minutos, de hecho el disco entero no llega ni a la media hora, pero en tan poco espacio, REPULSION fueron capaces de crear escuela: baterías fulminantes, riffs de guitarra a la velocidad de la luz y un bajo sucio y enfermizo, todo ello con la voz bestial y gutural de Scott Carlson. ¿De dónde les vino la inspiración para crear una música tan extrema?. Matt Olivo siempre se confesó seguidor de la NWOBHM, pero no cabe duda que el joven Thrash y el Hardcore jugaron papeles importantes en su formación musical. La influencia Thrash se aprecia en temas como "Slaughter Of The Innocent", "Festering Boils" o la fenomenal "Driven To Insanity". Los pegadizos ritmos de "Black Breath", y las constantes variaciones del tempo de "Horrified", son increíbles. Pero sobre todo destacan por los temas más puramente Grindcore. Oídos en nuestros tiempos pueden resultar familiares, típicos si se quiere, de un género no muy desarrollado en los noventa, pero hay que tener en cuenta que se grabaron en 1986, hace casi veinte años. Se adelantaron a su tiempo, de eso no cabe duda. Desde la brutal "The Stench Of Burning Death", el clásico mil veces versionado "Eaten Alive", el no menos conocido "Six Feet Under"... el grupo entreteje una maraña de riffs que analizados minuciosamente revelan su inspiración: el Thrash de la Bay Area, pero tocados en un ambiente, a una velocidad y con un virtuosismo hasta entonces nunca vistos.

Las letras no son menos rompedoras: los primeros versos gores que se escribieron salieron de REPULSION. No llegaban a la obsesión médica de CARCASS, pero la semilla inicial fue del cuarteto de Michigan. La influencia que REPULSION tuvieron fue única: no sólo los primeros grupos de Grindcore, sino otros más Death como CANNIBAL CORPSE, MORTICIAN, etc... le deben su existencia a REPULSION, sin los cuales el sonido conseguido por estos grupos no habría sido el mismo.

"Horrified" estuvo muchos años como pieza de culto en el mundo del underground tras la desaparición de Necrosis Records, pero afortunadamente hace dos años Relapse Records, consciente del valor histórico de la música de REPULSION, re-editó todo lo grabado por el grupo: el clásico vinilo, y un cd extra con todas las demos desde 1984 hasta 1991. Es una referencia indispensable en la historia del Metal. Repito lo que ya dije en su momento con POSSESSED: nunca serán tan conocidos como DEATH o CARCASS, pero sin ellos quién sabe cuánto tiempo habría tardado el auténtico Metal extremo en surgir. Cada vez que pienso que todavía los voy a poder ver en directo en enero del 2005... Nunca es tarde para reconocerle el mérito a un grupo tan indispensable. ¡Repulsivos al poder!.


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martes, 12 de enero de 2016

THERION - "Lemuria / Sirius B": el embarazo de los elefantes.


Casi tres años de ausencia (si no contamos el directo Live In Midgard) de uno de los grupos más grandes que han dado las tierras escandinavas. Pero la espera ha tenido recompensa en forma de un doble álbum, relacionados pero perfectamente independientes. El motivo por el que se ha decidido editar ambos discos a la vez, es para mí un misterio, aunque supongo que se deberá a asuntos de marketing. De todas formas, la presentación de la edición doble en digipack está muy bien y pienso que merece la pena adquirir ambos discos ahora, ya que al acabarse está edición sólo se podrán conseguir por separado.

Aunque los elementos comunes entre ambos discos son más que frecuentes, creo que es mejor separar este comentario en cada uno de ellos:

Lemuria:  Es probablemente el disco más cañero y variado de los dos. Tiene canciones clásicas dentro de la línea del grupo, pero en general supone un punto de conexión entre los primeros discos doom-death de la banda y los más épicos y "heavies" que solían facturar últimamente. Las guitarras, salvo en los momentos más orquestales, son las protagonistas y la voz del señor Johnsson se mezcla a veces "power-heavy" a veces "doom" con los coros.

El disco arranca con "Typhon", tema sorprendente y con un aura industrial nunca antes oída en el grupo. Es aquí dónde la voz de Johnsson suena más agresiva y dónde los coros están en un segundo plano, en momentos puntuales para darle la nota melódica al tema.

Sin darnos tiempo a recuperarnos de nuestra sorpresa, nos topamos con un tema muy heavy (que se acaba tornando en power metal en su tramo final), "Uthark Runa". Los elementos orquestales están más presentes, y es una forma de enlazar la caña inicial con una estructura un poco más clásica en lo que se refiere a la música de la banda.

"Three Ships of Berik", tema dividido en dos partes, introduce uno de los elementos más presentes tanto en Lemuria como en Sirius B: la sección de viento de la orquesta. Cobra protagonismo en un tema muy épico, y relacionado con la historia de sus letras (batalla naval y victoria final, con una apoteósica fanfarria de broche en la segunda parte del tema). Sin embargo, Johnsson no se olvida de la voz gutural, que vuelve a mezclarse con las guitarras y melodías marca de la casa y la orquesta y el coro.

"Lemuria" es el tema más lento del disco, y no tiene que envidiar a ninguna de las baladas que Therion ha creado en otros discos previos.

"Quetzalcoatl" sigue una línea más previsible dentro del grupo, pero introduce un pasaje de cítaras en su trama (presentes en otros temas del disco) que está muy bien encajado dentro del todo y contribuye a la variedad del disco.

"The Dreams Of Swedenborg" es uno de los temas más elaborados e innovadores. Johnsson vuelve a las voces heavies, con un estribillo muy pegadizo (que no tiene nada que envidiar a muchos de los que abundan en el power metal) y un buen sólo al más puro estilo hard - rock en su recta final. Esta tónica, pero en un contexto más progresivo, sigue el tema "An Arrow From The Sun". Comienza con unas guitarras punteadas de un modo muy atmosférico y gótico para a continuación desarrollar el tema de una manera más heavy. El papel de los solistas del coro es fundamental en este tema, desde las voces graves hasta las sopranos (acompañadas de guitarras sincopadas).

"Abraxas", recupera el protagonismo de las guitarras y las melodías características (a cargo de las voces soprano) y sirve de enlace para un final de disco circular, con una "Feuer Overtüre/Prometheus Entfesselt" oscura y atmosférica, dónde el riff pesado central del tema vuelve a recordarnos el aire a veces doom, a veces industrial del primer tema, y una voz agresiva muy en la onda Rammstein.

Sirius B: Es sin duda alguna el disco más orquestal de Therion con diferencia, y para mí, aunque bastante lineal en su desarrollo, de lo más interesante que han editado. Las guitarras pasan a un segundo plano, mantienen las melodías típicas del grupo, pero dejan el peso de la música a los coros y la orquesta, en uno de los trabajos compositivos más importantes que Johnsson ha realizado en su vida. El disco no está exento de experimentos no orquestales que vienen ha redondearlo aún más: por un lado un Hammond omnipresente en todo el disco, y por otro lado unos puntuales samples de voz y efectos electrónicos en los coros que lejos de estropear la melodía, la enriquece con un aura más oscura.

El disco comienza con "Blood Of Kingu", tema con una estructura muy power - heavy que sirve de toma de contacto con el disco y que ayuda a entrar en él de una manera más "sencilla". Le sigue "Son Of The Sun", dónde la orquesta toma la palabra protagonista por primera vez con unas melodías excepcionales desarrolladas por los coros femeninos.

"The Khlysti Evangelist" es un tema muy completo, que sin dejar a un lado el protagonismo de la orquesta, introduce unas guitarras más cañeras, con algunas partes más doom y unas voces a cargo de Johnsson pseudo-agresivas por decirlo de alguna forma (no comparables con las de Lemuria).

En los tres temas siguientes, que podríamos considerar una trilogía, no tanto por las letras, sino por el desarrollo de los temas, los elementos "experimentales" de los que hablaba antes se hacen patentes, en concreto los samples de voz y las distorsiones electrónicas, que como ya dije no cobran protagonismo, pero están presentes. "Dark Venus Persephone", se podría considerar más clásica dentro de la línea del grupo, con unos coros que recobran su protagonismo, y las ya citadas distorsiones. "Kali Yuga" part 1 y 2 son los temas que más reflejan estos experimentos, y que en conjunto suenan muy completos. Comienza con una introducción muy doom, seguida de un pasaje más industrial (vienen a la memoria los primeros cortes del Lemuria), dónde los sampleados están más presentes, pero enlazados con una melodía central épica y muy bien encajada en el conjunto del tema. Su continuación mantiene esta onda industrial pero con un mayor protagonismo orquestal.

Si tuviéramos que elegir una canción representativa de este disco, sería su séptimo corte, "The Wonderous World Of Punt". Se inicia de una manera oscura, con un órgano eclesiástico y un coro que recuerdan a Bach. Esta introducción enlaza con unas melodías corales a cargo de los solistas, bien acompañadas por guitarras acústicas y oboes o por un piano que desarrolla un fraseo cíclico que es un colchón armónico fundamental para la voz. El omnipresente Hammond sirve de enlace con un final más guitarrero y unos ritmos tribales (en dónde los sampleados vuelven a estar presentes, pero como meros matices secundarios) y un final orquestal en dónde otra vez las cítaras cobran protagonismo. Lo dicho, de lo mejor del disco.

"Melek Taus", de un corte más típico dentro de la línea del grupo (léase melodías corales, riffs en segundo plano dando cuerpo rítmico y orquesta protagonista), sirve de enlace para uno de los temas dónde los metales de la orquesta adquieren su protagonismo mayor, con una melodía central muy pegadiza, me refiero a "Call of Dagon".

"Sirius B", tema que da título al disco, es la canción más oscura, no sólo de este disco, sino también del Lemuria, tanto en su ritmo base como en el hecho de que el peso vocal lo llevan las voces graves del coro. Esta atmósfera se cambia en el corte que cierra el disco, "The Voyage of Gurdjieff", con un inicio coral que da paso a una mezcla entre el power - heavy del primer corte con todo el elemento orquestal - coral del resto del disco. Mejor final no podían haber elelgido.

En resumen, estamos ante una de las obras cumbres en extensión y en variedad del grupo. Estos discos gustarán tanto a los fans del grupo de sus inicios, como los de su parte más épica, pero incluso para los que no los conozcan, pienso que este es uno de los mejores discos para escucharles, porque aglutina todas sus influencias y todos los elementos que les han hecho famoso de sus dos etapas. Ha sido una espera larga, pero "la criatura engendrada" durante la espera tiene calificación de obra maestra. Yo no lo dudaría, junto a lo último de Orphaned Land, esto es de los mejor de este 2004 (de momento).



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viernes, 8 de enero de 2016

NEXUS 6 - "A Strange Habitat": Mirando hacia el futuro.


La personalidad de Javier Fernández “Nexus” es inquieta como pocas. Siempre relacionado con el mundo de la música, este hombre natural de Albacete, ha llevado a cabo varios proyectos con un denominador común: la creatividad y el eclecticismo. Desde Punk, pasando por música independiente y alternativa, hasta Metal Extremo. THE HERETIC, banda a la que he defendido varias veces en estas páginas siendo de los grupos más interesantes del panorama nacional, es su proyecto principal, pero no le impide mantener sus inquietudes personales listas para ser desarrolladas, y qué mejor que NEXUS 6, su proyecto personal e intransferible, para sacarlas a la luz en forma de un segundo trabajo excelente y muy recomendable.

Al ser parte compositiva fundamental de THE HERETIC, los parámetros estilísticos de NEXUS 6 no varían en exceso con respecto a la banda de Albacete, por lo menos en este trabajo, “A Strange Habitat”, que según me han dicho difiere mucho del primero. Sin embargo, aunque la raíz musical sea la misma, NEXUS 6 es un proyecto más arriesgado por un lado y más determinado por otro. Me explico, la música desplegada en “A Strange Habitat” tiene una raíz Black mucho más determinada que en THE HERETIC, un Black sinfónico y cargado de arreglos que lo convierte en la mezcla perfecta entre los primeros ARCTURUS y la etapa final de EMPEROR. Sin embargo, el grado de experimentación, variedad estructural y elementos progresivos, es mucho mayor en NEXUS 6 que en THE HERETIC. Los ramalazos Death existen, pero mucho más tamizados, y el elemento ambiental y hasta industrial se potencia en algún tema (en especial el hipnótico “Phantom City”), lo que convierten al segundo trabajo de NEXUS 6 en un disco variado, inquieto y que seguramente no guste a todo el mundo que busque géneros en puridad, pero cuya calidad es innegable.

El resultado del disco es de sobresaliente, y casi rozando la matrícula si no fuera porque pienso que el redondo sabe a poco y deja con ganas de mucho más. El hecho de que sólo dure media hora hace que cuando llega la outro de “High Tide” uno tenga la sensación de que le han dejado a medias. Cierto es que originariamente el disco iba a ser un EP, por lo que es lógico que su duración sea reducida, y aunque es cierto el dicho de que lo bueno si breve dos veces bueno, pienso que en este estilo de música, donde el mar de detalles y buenas ideas te atrapa y hace que pasen los temas en un suspiro, la inclusión de algún corte más que mantuviese el nivel del resto habría dado una sensación de completitud mayor. Este es el único “pero” del disco, porque el resto, lo compositivo, lo instrumental, la presentación y el sonido es magnífico, lo que convierten a este trabajo en uno de los imprescindibles del año en el panorama nacional.

En el aspecto compositivo todo son laureles. Temas de una duración media / alta, cargados de matices y giros y con elementos únicos que los convierten en composiciones con personalidad propia, capaces de destacar y de sostenerse por sí mismos. La instrumentación corre completamente a cargo de Javier, a excepción de las voces para las que ha contado con Raúl Gómez, Rhulk, de THE HERETIC, aportando su teatral y dramática voz a medio camino entre el Death y el Black, lo que unido a las variadas guitarras que intercambian afilados riffs de Black con partes más pegadizas y tecnicismos que le dan el toque progresivo al disco en una onda muy EMPEROR en sus últimos años, hacen que la escucha de “A Strange Habitat” sea una aventura en cada nueva escucha, llena de detalles que son potenciados por unos teclados que siempre están presentes y una batería ejecutada por el propio Javier que es descomunal. Todo esto, junto al sonido poderoso, limpio y lleno de fuerza y peso en todos los instrumentos, conseguido por Javier en sus estudios, convierten a este disco en una pieza digna de alabanza y capaz de competir de tú a tú con producciones extranjeras.

Desde la primera nota de “The Agitator” la sorpresa ante la calidad de lo que sale de los altavoces es mayúscula. Uno de los temas más extremos y a la vez de los que más elaborado trabajo de composición tiene, gracias a sus continuos cambios de estructura y a la inclusión de unos riffs muy Death que se quedan grabados en la primera escucha. “A Strange Habitat” es mi tema preferido del disco, uno de los más progresivos y que me recuerda mucho a los EMPEROR del “Prometheus”. El trabajo de Javier en los riffs es para quitarse el sombrero, lo que unido a las atmósferas majestuosas recreadas con la ayuda de unos omnipresentes teclados, hacen que “A Strange Habitat” sea el tema más representativo del plástico, sin desmerecer al resto. Por su parte, “Bullets For The Masses”, se centra más en el detalle. Corte más reposado y con elementos muy psicodélicos que profundizan en la vena sinfónica y menos directa de NEXUS 6.

La experimentación con sonidos casi industriales que pueden recordar levemente a los griegos ROTTING CHRIST, viene de la mano de “Phantom City”, donde los teclados y los detalles de post-producción en voces y guitarras pasan a primer plano sin dejar a un lado la raíz Black. Otro punto a destacar del disco, por lo menos en mi opinión. “The Welfare State” recupera la senda a medio camino entre el progresivo y el Black-Death, llegando a cotas de tecnicismo asombroso en este tema, como demuestra el primer minuto del mismo, antes de que Rhulk entre en escena, mostrando a un Javier retorcido en las guitarras y los cambios de ritmo. Finalmente, y antes de la outro de “High Tide”, llega el tema más emotivo del disco, “The Thief Of Children”, donde letra y música se funden para contarnos una historia única. Desde su introducción con acordeón incluida, la carga dramática del tema, con un Raúl que realiza alguno de sus tonos más oscuros y unos teclados indispensables, lo convierten en un motivo más para que el ensueño en el que hemos entrado quiera ser prolongado más allá del fin del disco, aunque sea dándole otra vez al play del reproductor.

En resumen, un disco llamativo, (con portada que recrea los carteles políticos del comunismo de la antigua Unión Soviética), que consigue enganchar y atrapar desde la primera escucha y a la vez sorprender y aportar numerosos detalles en cada nueva vuelta del disco. Todo un descubrimiento y un nuevo argumento para defender la escena extrema nacional, una de las más activas de Europa, aunque no consiga salir del subsuelo. Totalmente recomendable.



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